Reflexiones, ocurrencias, tonterías cotidianas, arrebatos, descubrimientos nimios...



lunes, 26 de septiembre de 2011

Qué mal, mal, mal.

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Me levanto, aunque parezca que no es necesario, alrededor de las 8 de la mañana. No hay jefe al que prepararle el café pero me dura la costumbre, así que lo preparo para mi compañera de piso. Ella formula en voz alta la pregunta que todo ser humano se hace por las mañanas después de comprobar que ha sabido, una vez más, responder al despertador. ¿Cuál es esa pregunta? No voy a proponer aquí la típica encuesta en la que cada visitante dejaría constancia de su opinión. Sería inútil. Yo lo sé. Tú lo sabes. Él lo sabe. Es necesario conocer cómo va a estar el clima ese día en la ciudad. Necesitamos ese dato que nos ayude a decidir qué ponernos. Nos pasa a todos; a todos, todos (y todas, como parece que ahora hay que decir. Desde mi maestra de primer grado, siempre me dijeron que en español el modo neutro engloba ambos sexos. Pero este no es lugar para disquisiciones lingüísticas).
Como estoy para facilitar tereas ajenas, enciendo el ordenador para responder prontamente. Dónde, dónde, dónde está??? No entiendo cómo un periódico de tirada nacional no incluye las predicciones climatológicas para la jornada en la portada de su web. Desde ya, no volverá a ser mi página de inicio.
Siempre tenemos un as bajo la manga cuando se trata de dar soluciones: http://www.tiempo.com/

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